La vida no conoce de reglas, ni de manuales.
No viene con un librito de instrucciones, ni con una garantía que la cubra.
Digamos que la vida es una palabra compuesta, es SER y a su vez ESTAR.
La vida es aquello dispuesto a alborotarnos los planes, a desnudar nuestros secretos y a descubrir todas las mentiras. Por ahí leí que la vida es imprudente, no conoce de maneras, ni de respuestas diplomáticas.
La vida tiene el ritmo de los latidos del corazón, de quien la esté viviendo.
La vida es rebelde, no cumple horarios, no se deja domesticar, no se planea ni deja descubrir acertijos. No podemos llegar tarde, ni temprano. Ella juega con el tiempo. Pues sí, va y viene. Si no la gana, la empata, y si no la empata, pues la enreda. Siempre tiene un as bajo la manga, pero no tiene advertencias. Esta abarrotada de desconcierto y asombro, de decisiones y a su vez de libre albedrío.
La vida es indescifrable, indiscutible, impredecible. Nos seduce y la mayoría de las veces nos confunde. La vida sea lo que sea ... Sin lugar a dudas, es definitivamente la mejor y más maravillosa idea realizada.
Aunque al final no salgamos vivos de ella, la vida ... O mejor dicho MI VIDA es lo primero que le agradezco a Dios todos los días al despertar y ...
Ya está, hay que vivirla.
Ya está, hay que vivirla.